Para tener buenos alumnos es necesario contar con los mejores maestros. Así se expresó el maestro Sergio Figueroa Balderas, director de la Escuela de Música del estado al dar a conocer que esa institución educativa cuenta con una plantilla docente de primera calidad.
Este es el caso de Irazu Hernández Baños, licenciada en piano por la Escuela Nacional de Música, donde fue discípula de la pianista húngara Kriztina Deli, además de María Teresa Frenk y Eunice Padilla.
Recién llegada de Holanda, donde realizó estudios de posgrado, Irazu forma parte de un selecto grupo de docentes que cuentan con especialidad en Pedagogía e Interpretación.
Originaria de Tulancingo, la joven pianista afirma que, como toda carrera, la música es una profesión que permite vivir dignamente, sobre todo si se ejerce con gusto y disciplina.
Señaló que el ejercicio profesional de un músico no se limita a tocar un instrumento, sino se puede enseñar, producir, dirigir programas en radio y televisión, hacer críticas musicales e investigación, entre otras actividades.
Actualmente la joven artista tiene a 28 alumnos, de los cuales nueve son infantes de 7 a 9 años y cuatro son niñas de entre 12 y 14 años de edad. Con ellos, asegura, tiene planes para involucrarlos en actividades musicales fuera de la escuela como son concursos para jóvenes talentos y festivales en los que adquieren gran seguridad.
Finalmente, Irazu Hernández invitó a la población a acercarse a la escuela de música en donde se oferta la licenciatura en música y la ingeniería en audio.
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