martes, 19 de octubre de 2010
Este martes se celebra el Día Mundial contra el Cáncer de Mama, una enfermedad que produce al menos cinco mil muertes al año
En México el cáncer de mama es el tumor maligno más frecuente en la mujer y representa el cuarto lugar de mortalidad en el segmento de entre 15 y 64 años, expuso el investigador de la UNAM, Antonio Villa Romero.
El coordinador de Investigación y Posgrado del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina (FM) indicó que esta enfermedad se puede considerar un problema de salud pública, ya que produce al menos cinco mil muertes al año y la prevalencia en el país es de unos 50 mil casos.
Villa Romero comentó que mientras en naciones como Estados Unidos se detecta en etapas tempranas, en México se diagnostica en las fases tres y cuatro, lo que disminuye la esperanza de vida.
Si el mal se detecta en las etapas uno y dos la sobrevida a 10 años es de entre 63 y 90 por ciento, pero en la etapa tres y cuatro es de ocho a 33 por ciento, subrayó el experto de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) .
Ese dato es importante si se considera que afecta a mujeres en edad productiva, pero como se diagnostica en etapas avanzadas el pronóstico de vida no es muy favorable, además de que el tratamiento provoca ausentismo laboral.
El experto aseveró que son varios los factores de riesgo de esta enfermedad, pero entre los más importantes está el inicio de la menstruación en edades tempranas y su conclusión de manera tardía.
Otro factor es la predisposición genética, es decir, si la madre o algún familiar cercano tiene antecedentes; también influye la obesidad, la nuliparidad, así como el consumo excesivo de alcohol y tabaco.
Entre los síntomas más comunes de este mal está la aparición de un bulto en la mama, sangrado o flujo en el pezón, cambio en la forma o contorno del seno, hundimiento o aplastamiento de la piel, retracción o descamación del pezón, o enrojecimiento e inflamación.
El investigador de la Facultad de Medicina de la UNAM resaltó que la falta de cultura y educación para la autoexploración ha provocado que el padecimiento se descubra en etapas tardías, y si bien éste factor no reduce la mortalidad, sí puede hacer la diferencia en el éxito del tratamiento.
También consideró que hacen falta campañas nacionales de tamizaje para la detección masiva, en las que se incluya la mastografía como un recurso de diagnóstico importante.
Asimismo, sugirió que el costo de los estudios y el tratamiento deben ser más accesible, toda vez que éste depende del tipo de cáncer y su severidad, aunque la cirugía continúa siendo la primera opción en la mayoría de los tumores.
En casos más graves, abundó, es necesario practicar una mastectomía radical modificada, la cual extirpa totalmente la mama, el área de ganglios linfáticos y músculos torácicos.
Ante este panorama, agregó, se instituyó el 19 de octubre para celebrar el Día Mundial contra el Cáncer de Mama, a fin de que las mujeres tomen conciencia de que una detección temprana deriva en una mayor posibilidad de erradicar este padecimiento.
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