Henos aquí, con el corazón desecho por las miles de personas asesinadas en esta guerra absurda y sin sentido; henos aquí, llorando a nuestros muertos y muertas, a las y los cuales les fue arrebatado el derecho esencial de todo ser humano que es la vida.
Henos aquí, uniendo nuestras voces para gritar: YA BASTA!
Personas que como tú o como yo soñaron al futuro y sonreían al porvenir, personas a las cuales se les truncó la esperanza.
¿Cuántas y cuántos más tendrán que caer para dar fin a esta violencia?
¿Cuántas familias tendrán que aceptar sumisamente, la ausencia permanente de sus hijos, hijas, esposos, esposas o hermanos y hermanas?
¿Cuántas lágrimas más, cuántos gritos de dolor, cuántos gritos de desolación e impotencia tendrán que salir de las gargantas atravesando el alma?
Porque atrás de los cuerpos hoy sin vida de esas miles de víctimas, hubo cientos de esperanzas truncadas y anhelos cancelados.
Hoy no sólo es Sicilia, el escritor, no sólo es Juan Francisco, su hijo; son los miles de mexicanas y mexicanos anónimos que no merecían morir, es el clamor que surge de una sociedad abatida por la injusticia, abatida por la corrupción y la impunidad; es el clamor unánime que exige un:¡ NO MAS SANGRE! a quien apostado en un bunker y rodeado siempre de docenas de escoltas que lo protegen, sigue justificando este artero crimen, a él va nuestro mensaje:
Sepa usted, presidente:
*Que la violencia se exacerba cuando los derechos humanos no se respetan;
* Que las inconformidades sociales se incrementan cuando a los trabajadores se les arrebatan sus fuentes de empleo;
*Que la paz se consigue cuando hay justicia, libertad y equidad;
Sepa usted, presidente:
*Que más cárceles no generarán hombres ni mujeres de bien;
*Que más militares y policías en las calles no nos garantizan seguridad;
*Que usted no puede disponer a su antojo de las vidas de nuestros hijos e hijas ni familiares;
*Que ni usted, ni las instituciones que representa, ni los partidos políticos han cumplido con la tarea de servir y proteger al pueblo;
*Que estamos hartos y hartas de vivir con zozobra;
No se trata, señor presidente de claudicar, se trata de cambiar una estrategia personal que a cuatro años de aplicarla, no ha servido de nada, se trata de escuchar a los expertos, de sanear su propia casa.
Hoy, el poeta recurre al silencio porque le fue arrebatada el alma, hoy, el poeta calla porque sabe que nadie, a pesar de sus reclamos, le devolverán a su hijo, sin embargo hoy, las y los que estamos aquí presentes, sensibles al dolor de este hombre y quienes han sufrido en carne propia la pérdida de un ser querido, nos apropiamos de la voz de todas y todos los que están padeciendo una ausencia para clamar con la fuerza que da el dolor, con la exasperación que provoca la impotencia un Ya basta.
Cuando comencemos a tomar conciencia de la fuerza que tienen nuestras palabras y unamos nuestras voces; cuando venciendo la apatía y la indiferencia propiciemos un gran movimiento por el cambio; cuando empoderados y empoderadas consigamos incluir en las leyes la revocación de mandato para que todo aquel representante que no cumpla o traicione a su pueblo sea destituido;
Cuando podamos transformar este movimiento en una revolución no armada, una revolución de ideas, de actitudes, de propuestas; cuando dejemos de ser una ciudadanía electorera y nos transformemos en una ciudadanía participativa, exigente, digna, que no venda su voto al mejor postor, entonces, hablaremos de un México más justo.
Estamos aquí porque aún creemos que el pueblo organizado puede construir, desde su propia trinchera, una sociedad más equitativa, estamos aquí visibilizando la falta de sensibilidad de nuestros gobernantes ante el dolor de la pérdida, estamos aquí porque tenemos la convicción de que una sociedad organizada, una ciudadanía participativa y exigente, puede contribuir al cambio.
No queremos más muertes, no deseamos más sangre, no queremos más violencia, queremos que nos devuelvan la esperanza, queremos la tranquilidad perdida, queremos que se respete nuestra dignidad. ! NO MÁS VIOLENCIA, NO MÁS MUERTE, NO MÁS SANGRE!
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